Es muy común que los pacientes consulten preocupados porque sienten que sus rodillas “traquean”, crujen o suenan al moverse. Este es un síntoma frecuente que no siempre indica una enfermedad grave, pero sí puede ser una señal de que algo está cambiando en la articulación y que merece nuestra atención.
Los sonidos en la rodilla suelen notarse al subir o bajar escaleras, al agacharse o al hacer cuclillas. Sin embargo, el traqueo por sí solo no basta para establecer un diagnóstico. Para identificar la causa del sonido, es necesario hacer una evaluación completa que incluya una buena historia clínica (¿desde cuándo ocurre?, ¿hay dolor?, ¿ha habido cambios en la actividad física?, ¿hubo alguna lesión?) y un examen físico orientado a encontrar el origen del problema.
Dependiendo de lo que encontremos, puede ser necesario complementar el estudio con imágenes diagnósticas como radiografías o resonancias magnéticas, que nos ayudan a precisar el diagnóstico y definir si se requiere tratamiento.
¿Cuándo preocuparse?
- En general, si el sonido:
- No es doloroso
- Es poco frecuente
Ha estado presente desde hace años (sin un inicio claro)
… probablemente se trate de un hallazgo benigno y no requiere tratamiento.
Pero si el sonido es:
- Nuevo o reciente
- Se acompaña de dolor, inflamación, aumento de temperatura o limitación del movimiento
… es importante acudir a una evaluación médica. En estos casos, el traqueo puede estar asociado a condiciones que sí requieren tratamiento médico o incluso quirúrgico.
Algunas causas frecuentes de traqueo doloroso en la rodilla
- Lesiones meniscales
Los meniscos son estructuras que amortiguan y estabilizan la rodilla. Cuando se rompen, los fragmentos pueden moverse y causar fricción dentro de la articulación, generando chasquidos dolorosos, inflamación e incluso bloqueos (la rodilla se “traba” y cuesta volverla a mover). Muchos pacientes lo describen como “me saqué una yuca y sentí alivio”.
- Cuerpos libres intraarticulares
En enfermedades como la artrosis o, más raramente, en algunos tumores de la rodilla, pueden desprenderse fragmentos de cartílago o hueso que quedan sueltos dentro de la articulación. Estos fragmentos —llamados cuerpos libres— interfieren con el movimiento normal de la rodilla, generando dolor, sensación de bloqueo e inflamación.
Muchos pacientes lo describen como si tuvieran “una piedrita dentro de la articulación”, similar a una piedra en el zapato: incómoda, molesta y que no deja caminar bien hasta que se retira. En estos casos, suele ser necesario un tratamiento para extraerlos y así aliviar los síntomas de forma definitiva.
- Condromalacia rotuliana o artrosis
Cuando el cartílago que recubre los huesos de la rodilla se deteriora, se vuelve más rugoso y pierde su capacidad de amortiguación. Esto genera crepitaciones (sensación de roce o fricción) y puede ir acompañado de dolor e inflamación, especialmente con la actividad física.
En resumen:
La próxima vez que tus rodillas “te hablen”, escúchalas. Observa si el sonido viene acompañado de otros síntomas como dolor, inflamación o dificultad para moverte. No todo traqueo es grave, pero sí es importante evaluar cuándo puede estar indicando un problema más profundo.
Consultar con un especialista te permitirá aclarar el origen del traqueo, descartar lesiones y, si es necesario, iniciar el tratamiento adecuado para proteger la salud de tus rodillas.