¿Cómo me preparo para una cirugía de rodilla?

Ser paciente no es nada fácil; también lo he sido. Y mucho más cuando tu médico te dice que es necesario realizar un procedimiento quirúrgico. La cirugía de rodilla tiene muchos mitos alrededor. Es muy frecuente escuchar que los pacientes sienten temor sobre su recuperación y el pronóstico de la rodilla. Aunque, como médicos, no podemos garantizar un resultado, sí está en nuestras manos asegurar que todo se haga de la forma correcta, a la luz del conocimiento actual, para que tu resultado sea el mejor.

Tú, como paciente, eres parte fundamental del equipo, y aunque la mayoría del trabajo lo vas a realizar tú, es fundamental estar en manos de profesionales que sepan guiarte en este proceso. Hay muchas cosas que puedes hacer antes de la cirugía que facilitarán tu paso por el quirófano y, por supuesto, la recuperación.

Aquí te dejo una guía simple y clara sobre cómo prepararte para tu cirugía de rodilla ambulatoria

Aquí te dejo una guía simple y clara sobre cómo prepararte para tu cirugía de rodilla hospitalaria.

Entiende tu procedimiento

Es muy importante que tengas claro en qué consiste la cirugía, cómo se va a realizar, cuáles pueden ser las complicaciones y cómo será el manejo después del procedimiento. Hazle a tu cirujano todas las preguntas que necesites; esta información te permitirá llegar más tranquilo y seguro al procedimiento.

Organiza tu casa para que la recuperación sea cómoda

Después de la cirugía, necesitas descansar y dejar que tu cuerpo se recupere. Aunque no vas a estar postrado en cama, tus movimientos sí estarán limitados por un tiempo, así que organiza tu casa de forma que todo lo que necesites esté al alcance de la mano:

  • Prepara un espacio cómodo para descansar. Puede ser tu cama o un sillón; asegúrate de que sea fácil entrar y salir de él.
  • Deja a mano lo esencial y de uso frecuente: almohadas, medicamentos, agua y algo para entretenerte.
  • Reorganiza los muebles y asegúrate de tener un espacio adecuado para movilizarte con muletas o un caminador.

Prepara tu cuerpo

Piensa que un procedimiento quirúrgico puede ser como poner a tu cuerpo a hacer un maratón, así que como tal deberíamos prepararnos:

  • Mantente activo; realiza ejercicios suaves, como caminar o nadar, para mantener tu masa muscular y tu cuerpo en movimiento. Si hay alguna restricción por tu condición, consúltalo con tu médico tratante.
  • Aliméntate bien. Una dieta balanceada con proteínas, frutas, fibra y verduras le dará a tu cuerpo las herramientas necesarias para su recuperación.
  • Deja de fumar. Sabemos que el cigarrillo afecta el proceso de cicatrización y curación de los huesos.

Prepara tu mente

Es absolutamente normal sentirse ansioso antes de una cirugía. Aquí tienes algunas recomendaciones:

  • Habla sobre tus dudas y preocupaciones con tu médico o tu familia.
  • Practica técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda, el yoga o el mindfulness; te ayudarán a mantener la calma antes del procedimiento.

Organiza tu apoyo postoperatorio

Una red de apoyo es fundamental, especialmente en los primeros días, así que asegúrate de:

  • Tener a alguien que te acompañe a la clínica y que te lleve de regreso a casa después de la cirugía.
  • Pedir ayuda para las tareas del hogar, como hacer compras, cocinar o limpiar, al menos durante las primeras semanas.

Sigue las instrucciones de tu cirujano al pie de la letra

Tu médico te dará una serie de indicaciones antes de la cirugía que permitirán que tu procedimiento sea más seguro. Entre las más frecuentes están:

  • Suspender algunos medicamentos: como anticoagulantes o suplementos que pueden causar más sangrado durante la cirugía.
  • Ayuno: No debes comer ni beber nada después de cierta hora la noche antes de la operación.
  • Cuidado de la piel: Ducharte con un jabón especial o evitar depilar o afeitar la zona quirúrgica para reducir el riesgo de infección.

Planifica tu transporte

Después de la cirugía, no podrás conducir durante un tiempo, especialmente si la cirugía es en tu pierna dominante. Asegúrate de tener a alguien que te lleve a las citas médicas, sesiones de fisioterapia y cualquier otro lugar que necesites.

Consigue el equipo necesario

Usualmente se necesitan ayudas externas para la marcha, como muletas, bastones o caminadores, para un desplazamiento seguro. Asegúrate de tener este equipo preparado con anticipación y aprende cómo usarlo correctamente; tu fisioterapeuta o médico puede enseñarte.

Haz un plan de rehabilitación

La rehabilitación es clave para una recuperación exitosa. Habla con tu médico y fisioterapeuta antes de la cirugía para entender cómo será tu programa de rehabilitación, qué ejercicios deberás hacer y cómo puedes empezar tan pronto como sea seguro.

Prepara tu mente y espíritu para el éxito

Recuerda que tu actitud juega un papel importante en tu recuperación. Mantente positivo y enfocado en tu objetivo de sanar. Cada paso, por pequeño que sea, te acercará a volver a disfrutar de tus actividades favoritas sin dolor.

Prepararse bien para una cirugía de rodilla puede hacer una gran diferencia en tu experiencia y recuperación. Tomarte el tiempo para entender el procedimiento, organizar tu hogar y apoyo, cuidar de tu cuerpo y mente y seguir las recomendaciones médicas te pondrá en el camino hacia una recuperación más rápida y exitosa.

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